martes, 19 de febrero de 2013

Morgana. La triple diosa.

Chicas, hoy vamos a profundizar en nuestra herencia celta :)

Como algunas ya sabréis, los celtas eran un pueblo pre-romano que habitaba el norte y centro de Europa. Los gallegos y gallegas somos, por supuesto, sus descendientes.
Era una sociedad bastante más igualitaria, opino, que las civilizaciones posteriores, ya que las mujeres tenían voz y voto y podían alcanzar puestos de gran autoridad.
Hoy voy a hablar de La triple diosa.
Esta sociedad pensaba que la energía del universo, el poder que lo movía todo, el concepto de deidad era masculino y femenino a partes iguales. Se puede decir que era doble y era uno a la vez. Esto es bastante común en todas las civilizaciones y, por supuesto, no era motivo para justificar desigualdades.
Las mujeres celtas eran educadas exactamente igual que los hombres. Los padres de los chicos y chicas tenían la costumbre de mandar a sus hijos "de intercambio" con familias de otros pueblos para que, así, aprendieran los conocimientos que sus propios padres les podían aportar pero también trucos y enseñanzas que se estilaban en otros territorios. Había otra ventaja añadida: se trataba de fortalecer la hermandad entre clanes ya que un guerrero/a celta nunca atacaría el pueblo donde viven sus padres adoptivos.
Digo esto porque, normalmente, el poder masculino se lleva los laureles de ser "el activo" y "el de la guerra" pero, en este caso, más que nada, habla de seres y energías masculinas.
El poder femenino lo dividían a su vez en 3 fuerzas. Son personificaciones que encarnan los estados mentales o energías que puede tener una mujer: Virgen, Madre y Vieja.
Antes de echarnos las manos a la cabeza, aclararé que, para los celtas, acostarse con alguien antes o después del matrimonio no tenía ninguna importancia y, desde luego, la virginidad no les confería poderes especiales ni les señalaba como víctimas de un sacrificio.
Cuando decimos Virgen hablamos, no tanto de una mujer intacta, sino de una mujer entera; completa en sí misma. Cuando una mujer está en consonancia con la parte "virgen" de la diosa puede haber tenido relaciones y hasta hijos, pero significa que es una mujer que aquí y ahora no necesita nada ni a nadie más: se siente entera y feliz ella solita.
Cuando una mujer es "Madre" significa que dedica su tiempo a cuidar a otros seres, que actúa con cariño, que crea (objetos, comida, proyectos, ideas...) y que, en definitiva, está pensando en hacer crecer cosas.
La figura más interesante para mi es la "Vieja", ya que se representa como la típica bruja de cuento que remueve el caldero. La vieja es la mujer que transforma una cosa en otra y es, precisamente, la parte más sexual de la mujer ya que el caldero es un símil del útero.
Los celtas pensaban que, al morir, nuestras almas iban a un caldero gigante que la diosa removía eternamente; allí se limpiaban y transformaban, listos para encarnarse otra vez.
Hay hasta una deidad que simboliza sólo eso: Sheila na gig, representada como una mujer pequeña y sonriente con una vagina gigante. Imaginaros la cara de los primeros cristianos al llegar a Irlanda y ver los templos dedicados a ella! Digna de ver, seguramente.
Este poder viene porque conferían un carácter sagrado al vientre de la mujer. Era un lugar de donde todos salimos y al que, en las relaciones sexuales, querían volver a entrar.
Una mujer puede pasar por las 3 energías de la triple diosa en un mismo día o pasarse una buena temporada en un sólo rol.
En mi opinión, deberíamos estar más en sintonía con nuestra triple diosa interior y aceptar la fase en la que estemos, entendiéndola y obteniendo un buen aprendizaje :)

lunes, 4 de febrero de 2013

Morgana. Esos dias.

Chicas, hoy compartiré algo: odio los anuncios de compresas.
Pintan a las mujeres como si nuestra única preocupación fuera no manchar el pantalón. Cierto es que esa es la única promesa que puede hacer un producto de higiene: no tener que preguntarle a tus amigas si te ha manchado o no... Pero es que son ridículamente optimistas!
Cuando yo menstrúo me preocupo más por caber dentro de la ropa, por lo hinchada que me pongo, que por ponerme minifaldas blancas.
Esos anuncios están hechos por hombres, seguramente, ya que conciben la menstruación como una mancha incómoda.
Os voy a decir una cosa: para que nuestro ciclo continúe tiene que cumplirse una serie de requisitos. A parte de no estar embarazada (obvio), debemos tener el adecuado porcentaje de grasa corporal (las anoréxicas extremas no menstrúan) y en nuestro cerebro se mezcla un cóctel de hormonas diferente al habitual.
Hombres y mujeres tenemos las mismas hormonas, pero en diferentes proporciones (ellos tienen mucha más testosterona: de ahí el vello corporal y la voz grave)
 Los estrógenos bajan su nivel, pero la progesterona  y la testosterona suben más en comparación.
Al bajar los estrógenos sentimos menos ganas de todo, al crecer la progesterona, nos notamos más espesas, ya que ralentiza las ideas, y la testosterona nos pone irritables, impacientes y quisquillosas.
Cada mujer es un mundo, claro: a cada una le afecta de manera diferente; lloran, se enfadan o se vuelven lentas de respuesta. En mis peores momentos, yo cumplo los 3 requisitos (afortunadamente no todos a la vez, pero sí uno tras otro en la misma semana). También, dependiendo de este cóctel y del día, nos puede crecer la libido hasta límites insospechados o caer en picado (momento manta y peli ¡No me toques!)
Factores ambientales como el estrés o la alimentación influyen también en el desarrollo del ciclo, retrasando su comienzo, adelantándolo y aumentando la intensidad de sus síntomas.
Tengo amigas afortunadas que afirman que no les duele. La verdad, me alegro mucho por ellas. Recuerdo las experiencias de mi abuela y de mi madre y, mucho me temo, mis ansias de ibuprofeno y drogas varias serán transmitidas a mis hijas.
La regla no es una excusa para hacer lo que nos dé la gana, por sentado, pero defiendo que es un factor muy importante que influye en nuestro comportamiento. Debemos sensibilizar a esos hombres que dicen que una patada en los huevos es peor (reíros si queréis), ya que, aunque entiendo que eso duele, no ocurre de forma decididamente periódica y es un dolor consecuencia de un daño externo, no de una cascada interna de química cerebral.
Por supuesto que no es motivo para legitimar todos nuestros comportamientos antisociales (de tenerlos), pero es un atenuante. Estoy frita de oir: "si les concedieran bajas por síndrome premenstrual, faltarían todos los meses y no serían productivas."
Os voy a contar lo que me pasó la mañana que me iba a examinar del práctico de conducir. Me levanté ya con dolor de barriga. Como me conozco, fui derecha a la cocina a tomar analgésicos, pero como los nervios lo empeoran todo, me bajó la tensión mientras intentaba llegar al armario. Los calambres, mareos, dolores varios, ganas de vomitar y sudores fríos que sufrí no se los deseo a nadie. Tan  mala me puse que tuve que llamar a la autoescuela para cancelarlo. Lo entendieron y no me corrieron convocatoria, gracias a Dios.
Esa experiencia no me ocurre cada mes, sino, ya me habría tirado de un puente (jaja) pero he de admitir que no fue la única vez. Me parece que es un buen motivo médico para coger una baja de un día.
Tampoco vale lo de "Es que ese conductor me sacó el dedo por la ventanilla y me dieron ganas de embestirle con toda la defensa, señor juez! tiene usted que entenderlo!". Un aumento repentino de la testosterona es una explicación a comportamientos disfuncionales y agresivos, pero, como decía mi profesor de Psicología social: "que algo sea comprensible no implica que sea justificable".
Un consejo: intentad sensibilizar a vuestro entorno explicando vuestros cambios y vaivenes emocionales. Podéis hasta llevar una tarjeta roja con vosotras para hacer una señal a la familia para que nadie se acerque. Así nadie se extrañará de la respuesta "te voy a patear el culo" a la pregunta "cariño, ¿quieres cereales?"
Un consejo: beber infusiones de salvia 5 dias antes ayuda a paliar el descenso brusco de estrógenos. ADVERTENCIA: se toma para la regla y NO si estáis embarazadas.

Si sentís ansiedad y muchas ganas de comer, las manzanas son buenas.
Cuando necesitéis analgésicos, preguntad al médico cual os viene mejor.
Las ganas de matar pueden reconvertirse en arte si pintáis o escribís.
Tomar té y café puede empeorar los calambres, ya que son excitantes...claro que a mi me sienta peor dejarlos, porque no quiero quitarme el café del desayuno y el mono me volvería más colérica.
Aplicad calor con bolsas de agua o sacos de semillas.
Por último: comer chocolate a mi me ayuda :)