viernes, 10 de mayo de 2013

Morgana. La bruja y la reina.


Hasta el árbol más grande, un día fue semilla.
La luna creciente, que atrae cosas y la menguante, que las aleja, forman parte de un todo, uniéndose en la gran luna llena. Y hasta cuando esa luna no está visible, sigue ahí. Es importante que lo recuerdes.
Pequeña reina, te has equivocado. En tu dolor, no viste la otra mitad; no viste que hombres y mujeres coexistimos en el mismo mundo. Hasta la Diosa se integra con el Dios en el todo del Universo.
Mira al cielo, mira la Luna madre y ve el círculo: debes percibir las dos mitades. 
Sé humilde, pequeña… te quiero tanto. 
No vivas en el odio: es negro y no te deja ver la Luz madre. No te obceques, sé vulnerable. Aunque me duela, no puedo llorar tu tristeza.
Tu rabia sólo es miedo al revés. Confía. Ten fe en la energía del Universo, que todo lo pone en su lugar. Tú flotas en la marea con todos nosotros y con todas nosotras. Sólo el equilibrio da poder. Cuando estás en calma, la energía fluye.
Ve en paz, respira la luna rosa. Recuerda que no estás sola.