lunes, 30 de junio de 2014

Morgana y los consejitos patriarcales

Me he enterado de una lista de consejos que ha publicado el Ministerio de Interior en su web.

Prevención de la violación

  • No haga auto-stop ni recoja en su coche a desconocidos.
  • Por la noche, evite las paradas solitarias de autobuses. Si el autobús no está muy concurrido, procure sentarse cerca del conductor.
  • No pasee por descampados ni calles solitarias, sobre todo de noche, ni sola ni acompañada.
  • Si se ve obligada a transitar habitualmente por zonas oscuras y solitarias, procure cambiar su itinerario. En otros países se utilizan silbatos para ahuyentar al delincuente. Considere la posibilidad de adquirir uno.
  • Evite permanecer de noche en un vehículo estacionado en descampados, parques, extrarradios, etc.
  • Antes de aparcar su vehículo mire a su alrededor, por si percibiera la presencia de personas sospechosas. Haga lo mismo cuando se disponga a utilizar su coche. Antes de entrar, observe su interior. Podría encontrarse algún intruso agazapado en la parte trasera.
  • Si vive usted sola, no ponga su nombre de pila en el buzón de correos, sólo la inicial. Observe con especial atención las recomendaciones que se hacen en el capítulo dedicado a la vivienda. Eche las cortinas al anochecer para evitar miradas indiscretas. Tenga encendidas las luces de dos o más habitaciones para aparentar la presencia de dos o más personas en el domicilio.
  • Evite entrar en el ascensor cuando esté ocupado por un extraño, especialmente en edificios de apartamentos. De cualquier modo, sitúese lo más cerca posible del pulsador de alarma.
  • Ante un intento de violación, trate de huir y pedir socorro. Si no puede escapar, procure entablar conversación con el presunto violador con objeto de disuadirle y ganar tiempo en espera de una circunstancia que pueda favorecer la llegada de auxilio o permitir su huida. Todo ello, mientras observa los rasgos físicos de su agresor, en la medida de lo posible.

Hay consejos aquí que podrían considerarse "de sentido común", como, por ejemplo; si sales de trabajar y es de noche, es más sensato volver por una calle bien iluminada que por un callejón oscuro. Esto es porque, si te pasa algo, es más fácil pedir ayuda, en mi opinión.
Hay estudios que dicen que es más probable que los violadores sean personas del entorno de la víctima, que no desconocidos aleatorios que te sorprenden por la calle mientras paseas plácidamente.
Básicamente, chicas, nos incitan a vivir la paranioa. Pero es no lo más grave.
Lo más grave es que están CULPABILIZANDO A LAS VÍCTIMAS.
Si te aconsejan que no pongas tu nombre en el buzón para no señalarte como víctima, es el mismo tipo de consejo que "no te pongas minifalda, que parece que vas buscando guerra".

Yo os daré un consejo, chicas:
Abrid bien los ojos cada día porque el machismo sigue existiendo y ya no sólo es violento sino que muta y se disfraza de paternalismo baboso. Y, si un día algún mamarracho os toca, os dice vulgaridades u os intenta forzar, chilladle en la cara, denunciadlo en público y, sobre todo, luchad a brazo partido. Pensad: "quien es este idiota que me importuna!?" y de esa indignación, saldrá la fuerza para sacarle los ojos con las uñas.
Yo sé que es más fácil hablar que actuar. Yo misma me he quedado congelada un par de veces ante una obscenidad que me ha dicho un desconocido. Vas tan ricamente a hacer tus tareas diarias, escuchando música tal vez, y siempre hay un payaso que quiere compartir sus valiosísimas aportaciones intelectuales con los demás; ya sea contigo, diciéndotelo directamente, o bien con sus amigotes si va acompañado.
Lo sé bien, chicas, tardas unos segundos en salir del bloqueo, intentando comprender qué ha pasado o preguntándote si has oído bien y, para cuando reaccionas, ya se ha alejado riendo socarronamente.
A veces, lo dejamos estar, encogiéndonos de hombros y, otras veces, nos genera frustración o asco. También puede ser que te lo diga alguien muy atractivo y te guste oirlo, pero la cuestión es que nosotras somos las observadas, juzgadas y receptoras de opiniones en voz alta.
A las mujeres se nos enseña a desconfiar y a protegernos, pero a los hombres no se les enseña que a veces pueden ser inoportunos u ofensivos.
A las mujeres se nos enseña a no ser violadas, pero a ellos no se les enseña a no violar.