jueves, 11 de abril de 2013

Morgana y la ropa.

Ayer descubrí un agujero en mis vaqueros, pero no de esos fashion en la rodilla o el muslo, sino uno que enseñaba demasiado.... no sé si me entendéis.
Hoy entré a curiosear en una tienda, ya que tenía algo de tiempo, y entré al probador con varios pantalones. Mirándome al espejo, recordé por qué detesto probarme ropa.
Quizá a algunas/os les encante ir de tiendas. Yo sólo lo disfruto si viene una amiga a reírse conmigo y a darme su opinión.
Para empezar, están esos espejos y esas luces que hacen que todo se vea horroroso: desde la ropa que traías puesta hasta tu propia piel; nunca me veo tantas imperfecciones como cuando me miro en el espejo de un probador.
Para continuar, está la moda que se lleva en el momento. Si a ti te sienta bien el talle alto y este año "alguien" ha decidido que todas debemos llevar el tiro bajo, es que te espera una búsqueda infatigable de algo que te quede bien. Te pones unos y otros, aparentemente diferentes pero en el fondo iguales. Sólo varían, quizá, en la forma de los bolsillos.
Para terminar, está la famosa equiparación de tallas. Equiparación mis narices! Yo siempre que elijo algo en la percha cojo 3 tallas de lo mismo por si acaso. Te pruebas un pantalón en una tienda, de determinada marca: cabes en una 36; coges otro de otro color que es prácticamente igual, pero de otra casa y es una 38. Y ya no digamos el soponcio que te da cuando ves que la talla 40 parece hecho para una niña de 9 años.... eso sí, si necesitas la 42 o la 44, ya no quedará ni una porque la tienda ha pedido 2.
Francamente, a veces pienso que la campaña que hicieron midiendo mujeres para describir sus formas (cilindro, reloj de arena o pera...) fue sólo una excusa para sobarlas. Yo no observo cambios! Hay ropa grande con etiquetas que ponen q son pequeñas y ropa pequeña que pone que es grande; las modelos están cada día más delgadas y las niñas de hoy en día ven el Disney Chanel, que sólo hace series de crias rockeras que tienen cuerpo de 10 años y visten y se comportan como si tuvieran 16.
La industria de la moda repite las mismas consignas cada año: eres fea, eres inadecuada y debes consumir y cambiar constantemente.
La publicidad y las series de tv destinadas a este sector (las mujeres en general y, en particular, las adolescentes) nos transmiten que la ropa es bonita, las feas somos nosotras. Cuando no cabemos en un par de pantalones, la mayoría de nosotras no piensa: "boh! a mi no me van los pitillo, voy a buscar unos rectos, que me harán la pierna bonita". Pensamos "no puedo entrar en estos pantalones pero las demás los llevan ¿qué hay de malo en mi?"
Haceos un favor: repetid constantemente que la ropa sólo es tela cosida de determinada manera. Es más fácil cortar y coser un par de pantalones para que os entren que modificar vuestro cuerpo. Si una tiene forma de pera, por más que adelgace, no va a cambiar el hecho de que tiene la cadera más ancha que el pecho. Si vivís obsesionadas con lo que no os podéis poner, viviréis frustradas eternamente.
Como dijo Circe una vez: "Una mujer sólo es feliz de verdad cuando se conoce bien a si misma."

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