miércoles, 24 de enero de 2018

Morgana y el trabajo

Hoy, como en otros días aunque no siempre, he sentido miedo. Pensar que tengo que dialogar con hombres que han maltratado a mujeres, aguantar que sean prepotentes conmigo o mis compañeras, sacar fuerza para ser profesional un día más, pautar educativamente, no juzgar, no opinar, no meterse, ser imparcial y poner distancia emocional mientras te miran con displicencia y paternalismo o, directamente, con odio. 
Hay veces que deseo con todas mis fuerzas no ser yo quien tenga que abrir la puerta o coger el teléfono. Me cansa en los mejores días y, en los peores, me preocupa y atemoriza.
Ya no sé si me ayudaría meditar o comprarme un saco de boxeo bien grande. Sólo sé q Juana está en mi casa, pero también Yolanda y Mónica, Raquel y Dolores... Y cada día más. Porque anda, nena, encuentra fuerza, sal del infierno en el q vives, evita ser represaliada, supéralo, protege a tus hijos pero, eh! No digas nada malo de su padre porque el SAP está revoloteando siempre, haz tu vida pero no te quejes y saca fuerza de donde no la tienes. Y no te quejes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario