sábado, 8 de diciembre de 2012

Circe- Inocencia


Últimamente me he parado mucho a pensar en la inocencia femenina y me he dado cuenta de lo hermosamente dolorosa que es. Muchas os preguntareis que qué intento decir.
 Veréis: cuando somos pequeñas, solemos ver películas y leer libros de preciosas aventuras, donde el romanticismo se presenta como una experiencia gratificante, en la cual una mujer buena y muy especial, consigue un compañero bueno y carismático, que la cuida y la protege.
Cuán lejos de la realidad, amigas mías...
Juntas, fantaseamos con esa preciosa felicidad amorosa y todas queremos ser esa mujer especial. Crecemos con ese sueño, sin embargo, nos hacemos mayores y las terribles experiencias nos devuelven a un mundo cruel y real en el cual las mujeres especiales son zarandeadas emocionalmente por hombres que solo saben pisar o arrastrarse, que no comprenden qué es ir al lado de la mano, hombres que escupen encima de los ideales bellos y felices de los cuentos y son aplaudidos por la sociedad. Pues los cuentos, cuentos son, y querer perseguir mariposas para buscar al hada que trasforme nuestras botas en bonitos zapatos de cristal se vuelve más real, que buscar a alguien que nos quiera tal y como somos.
Durante la adolescencia disfrutamos con películas que hablan de ese amor sin barreras (yo hoy día me atraganto solo viendo los trailers), pues suspiramos pensando "y mi Eduard Cullen cuando llegará?" Pues en esa ingenua etapa pensamos que somos especiales, pues todas las mujeres somos fascinantes y especiales y merecemos a ese compañero que nos de la vida.
Pero a medida que crecemos, cada golpe abre nuestros ojos y el camino va volviéndose más soleado, y su luz más daña nuestros ojos. De pronto nos damos cuenta de la realidad, que los hombres no son seres protectores y buenos, si no ególatras, caprichosos cuyo orgullo entra antes que ellos. Y por ello no pueden ser compañeros!!!!
Pues no son capaces de ir al lado, o son pisados con juegos de manipulación a causa de su ego y orgullo o intentan imponerse con sus caprichos y corroboraciones sociales.
Últimamente me estoy dedicando a ver películas que hablan de todo lo contrario al amor de marketing hecho para hacer suspirar a las mujeres que aun piensan que Hugh Grant no es un putero asqueroso que hizo que su hermosa mujer lo defendiera en publico. Y sabéis lo peor? Q todas las mujeres del mundo pensaron al unísono "Normal que la engañe, esa escuálida seguro que no le daba lo que quería". Pues maaaaaal!!! Basta ya hombre!. Eres un asqueroso que engañas a la mujer que te ama patán baboso y si realmente no te satisface déjala volar, pero no la engañes. Porque la infidelidad duele realmente, n otro comentario, tratare la infidelidad para que veamos el daño real que causa.
Como os decía, últimamente me dedico a ver películas de mujeres poderosas, muchas basadas en hechos reales, otras en novelas homónima escritas por grandes mujeres. Estas películas son protagonizadas por grandes actrices, escritoras, trabajadoras que llegan a ser capataces e incluso nobles. Y sabéis lo que comparten? Grandes amores, sí, amores de película, intensos. Esos amores que lastiman al respirar y cambian tu esencia. Ellas lo dan todo por los hombres que aman, les dan prestigio, dinero, amor, todo lo que ellos pueden imaginar, y sabéis lo que les dan ellos a cambio? Engaños, dolor. Infidelidades con mujeres quizás más jóvenes o hermosas a las que le dan todo el dinero que estas poderosas mujeres sudan para conseguir! Y creerme que esto no difiere tanto de la realidad.
Por ello debemos quizás quitarnos la venda de la inocencia infantil?
O debemos dejar que nuestras hijas fantaseen con sus amores futuros? Pues si no son en sus tiernas imaginaciones jamás los tendrán.
El tema está en la mesa, señoras, les invito a opinar.








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