martes, 18 de diciembre de 2012

Morgana. Cuándo es el momento de dejar una relación





  •   Cuando vives más de los recuerdos que del presente
  • Cuando la relación te aporta más sufrimiento que placer 
  •   Cuando él o ella espera que tú cambies
  •   Cuando tú aguantas lo inaguantable esperando que el otro/a cambie
  •   Cuando justificas sus actos contigo misma
  •   Cuando te hiere emocional, física o verbalmente
  •    Cuando el mismo problema es recurrente, por más que intentes superarlo
  •    Cuando él o ella ponen muy poco esfuerzo en la relación
  •    Cuando vuestros valores fundamentales y creencias son diferentes
  •    Cuando la relación os anula y hace que ambos miembros de la pareja no puedan crecer como individuos personal o profesionalmente
  •    Cuando pasas mucho tiempo deseando que vaya a mejor pero esto no sucede
  •    Cuando ninguno de los dos siente lo mismo que el otro y/o entiende las cosas de la misma manera y se hace imposible hasta el más mínimo acuerdo.


 He encontrado esta lista en una página llamada Mujeres apañadas. No es mia, realmente, pero me ha parecido buenísima y digna de ser leída.

He estado meditando sobre un concepto: nuestras relaciones sentimentales y las relaciones/parejas de nuestras compañeras.
No siempre nos parecen adecuadas las decisiones que toman nuestras amigas, quizá porque vemos cosas que ellas no ven. Lógico: su cerebro es un caldo hormonal. A veces hasta nos enfadamos con esa amiga tan querida. Pensamos "¿cómo puede estar con ese? Con lo que ella vale..."
Ojo; no estoy hablando de que veamos un maltrato hacia una mujer y cerremos los ojos, tan sólo estoy refiriéndome a parejas y relaciones que no nos parecen ideales.
¿Quién no ha pensado que esa chica debería dejar a su novio porque no tienen nada en común? Si no tiene nunca un detalle y ella no hace más que quejarse... Si tan infeliz es ¿por qué no le deja?
Os diré por que: A veces necesitamos vivir una experiencia, aún cuando en nuestro fuero interno sabemos que no será para siempre. A veces necesitamos quitarnos esa espinita, vivirlo de todas formas; disfrutar de lo bueno que nos dé, quizá estrellarnos al cabo de un tiempo, levantarnos, sacudirnos el polvo y aprender de lo ocurrido.
Mi madre siempre dice que nadie escarmienta en cabeza ajena y yo creo que es verdad.
Una mujer debe ser sincera consigo misma para saber cuándo es momento de dejar una relación y cuando darle una oportunidad, si cree que la merece, y unas amigas siempre deben estar vigilantes pero calladas, con los oidos abiertos para escuchar las quejas y los hombros listos para recibir los llantos.
La ayuda que podemos prestar a nuestras compañeras no es evitar que salten al precipicio, sino ser el colchón que hay debajo, porque sino, la protagonista se quedará pensando toda su vida qué se sentirá cuando te lanzas de cabeza a una experiencia.


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